PENSAMIENTOS DE UN NUEVO AMANECER
DEDICATORIA A UN CRUCE DE CAMINOS
Tengo la necesidad de escribiros un
pensamiento,
de dejaros un recuerdo en el que poder
apoyaros,
tan solo unas palabras que inunden
vuestros corazones.
Un detalle de agradecimiento por vuestra
compañía,
por vuestro apoyo,
por saber acompañarme tanto en los buenos
momentos
como en los malos.
Espero que mis palabras os sirvan en un
futuro
para haceros reflexionar, para que os sintáis
mas grandes,
mas libres, mas realizados como seres humanos
en esta existencia que nos toca vivir.
Nunca quise ser vuestro profesor, ni vuestro
profeta,
tan solo he intentado ayudaros a que despertéis
al gran maestro que tenéis en el fondo
de vuestro corazón.
Nunca busque realmente nada en vosotros.
Tan solo entrega, quise ofreceros mis
experiencias
como el sol nos entrega la vida
cada nuevo amanecer.
En vosotros está el que abráis los ojos
a la vida y aprendáis a ver con ellos,
no con los de ninguna otra persona,
con los de ninguna enseñanza condicionada.
También yo he aprendido mucho de vosotros,
habéis tenido mucho que ofrecerme,
muchas experiencias gratificantes
y buenas sensaciones.
En sí la vida ha de tomarse de ese modo,
siempre como una escuela,
aprendiendo algo nuevo con la mente muy
abierta
sin hacer valoraciones sobre la persona
que te está ofreciendo esa experiencia.
A veces quien menos te esperas
te aporta algo preciso y gratificante.
No caigamos nunca en etiquetar y juzgar a la
gente.
Nosotros
no somos jueces de nadie.
Me habéis oído muchas veces hablar del AMOR,
qué bella palabra, tan sólo citarla me
proporciona buenas vibraciones;
tengo que recalcarlo, pues es la base principal
de la existencia.
Espero que supierais entender el mensaje
de esta nueva y vieja forma de amar,
de entregarse a los demás sin esperar nada a
cambio,
tan sólo sintiendo y esparciendo ese
sentimiento a los cuatro vientos.
Qué grande se siente uno cuando así actúa.
Cuánta sabiduría penetra en el corazón.
Tenéis en vuestro trabajo mucho más que un
trabajo,
un don de poder ofrecer ese amor
indiscriminado
a todas esas personas con las que tenéis que
tratar,
en el fondo os tengo envidia, si es que me es
posible tenerla.
No os dejéis llevar por pensamientos que
tratan de justificar
lo que estáis haciendo, de si está bien o
está mal.
No permitáis que se enturbie vuestra mente
con los problemas
laborales que os pudieran surgir, eso tan
sólo es una parte de la vida,
y además no es la más importante.
Sabed valorar lo que precisamente tenéis en
vuestras manos.
Sabed valorar que tratáis directamente con
seres humanos.
Sabed valorar que tratáis de curar al
enfermo.
Ya tenéis ganado el cielo o como lo queráis llamar,
vuestro espíritu os hará sentiros más plenos.
A mí siempre me quedará un buen sabor de
boca,
uno de mis mejores últimos recuerdos
han sido cinco meses, y parece que fue ayer
cuando
cruzamos los caminos de nuestras vidas.
No trato de ponerme triste, aunque sí me
siento melancólico.
Recordarme como un hombre sencillo,
como un insignificante mosquito,
no me engrandezcáis porque, si es así, el
recuerdo se verá enturbiado
Tan sólo os deseo, desde lo profundo de mi
corazón,
un mensaje de amor y felicidad;
sed libres y vivir la vida,
no os limitéis a verla pasar sin sentido,
cada momento, cada instante,
es una oportunidad de sentir algo nuevo.
ESA PEQUEÑA PORCIÓN DE TIEMPO QUE SE OS
ESCAPE
EN EL PRESENTE.
NO VOLVERÁ A PRESENTARSE EN EL FUTURO.